miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuatro calaveras surcan el mar...

Cuatro carabelas surcan el mar
de la ansiedad
en una brava tormenta de celos.
Y el capitán pirata del navío
amenaza la calma tempestad
llamando a gritos a sus hombres
y ofreciéndoles drogas exóticas
que les ayudarán a soportar
las fiebres de la malaria.

Contaba el cuento cada vez mejor
después de tanto repetirlo
frente al espejo
y sobre todo después de
llegar a creerlo.
Absoluta convicción en mis
palabras cuando hablaba de aquel océano
que ni los más valientes pudieron domesticar.

Narré la hazaña del capitán pirata
que ondeó por error la bandera de los
desarrapados por un exceso de sustancias
alucinógenas. Y se lo creyó.
Y su barco imploró entonces a los vientos
para que soplasen a favor.
Y sus velas quedaron embarazadas por
un viento que lo llevó hasta buen puerto.
Y la historia tenía siempre final feliz.
Y yo sonreía al terminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario