lunes, 14 de octubre de 2013

Y parece que empieza a nevar


No vendrán los fantasmas,
a lamerte las heridas,
sino blandiendo los colmillos,
oliendo la sangre
que reseca,
como el árbol que olvidaste al otro lado de la ventana.
Empieza a nevar.
Pronto se cubrirá el camino de la entrada.

Saldrás sin zapatos al umbral
a mirar el buzón en la distancia,
al cartero,
que pasó otra mañana,
sin pararse.
Volverás a escuchar el silencio del timbre.
y a mirar con recelo
el aparato del teléfono
Tras comprobar,
y van seis veces ya,
la conexión del cable a la pared.

No vendrán los fantasmas a sentarse
a tu mesa
y a descorchar tu vino
mientras bebes en un extremo
con la palma abierta de la mano apoyada
sobre el tablero
y el brazo estirado.
Vendrán a darte el último recibo
y a marcharse sin cerrar la puerta
mientras desde la cocina
miras la ventana
y te sorprende ver ese árbol
que se seca.
Y parece que empieza
a nevar.