domingo, 28 de noviembre de 2010

La nota que dejaste

Lo peor fue la nota que dejaste
junto al teléfono de la mesilla.
Lo peor fue que no te olvidaste
de apuntarme todas las rencillas.

Lo peor, que te fuiste sin besarme,
dejándome el rencor momificado,
indefenso, obligado a callarme,
y a encajar el golpe que me has dado.

Lo peor, que no me lo esperaba,
que ha sido un jarro de agua fría,
que ayer en la cama ya lo pensabas.

Lo mejor fue, sí, mi querida mía,
que el mensaje que escribiste estaba
lleno de faltas de ortografía.

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