sábado, 20 de noviembre de 2010

El último baile de la noche

Danzaron entrelazados
compartiendo sudor y las caricias de los codos.
Entre tambores secos
y riñones que mañana mearán borgoña.
Balancearon sus piernas
al ritmo de una orquesta de gemidos
disecados por la asfixia.
Y pisaron como las bailarinas,
punta-tacón-punta-tacón, al
son de los párpados hinchados.
Abre los ojos, si puedes.
Antes de que la sangre eche el telón
del último baile de la noche.
Llegaron buscándose en la pista
y se encontraron entre la multitud torpona.
Sólo ellos escuchan el solo de violín.
Sólo ellos se besan
con martillos
antes de que
la luz tirite
y todo
vuelva a ser oscuro
como siempre.

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