martes, 1 de marzo de 2011

Que parecía más joven

Se afeitó por la mañana
tras la carrera de cinco kilómetros en el parque
y la primera ducha,
pensando que el día sería bueno,
que hacía sol fuera
y que todo iría fabuloso.
Que nadie podría venir
a estropear lo que Dios había
dibujado con tanta calma
la noche anterior.
Se vistió después
cuidando no hacer arrugas
en la camisa blanca,
jugando a retorcer la corbata
a la altura de la nuez,
perfeccionista con el nudo,
como siempre.
Feliz porque su cuerpo
lanzaba impulsos rápidos,
mensajes de que se encuentra bien
y dispuesto para lo que venga otros
cuantos años más.
Y se peinó al final,
el pelo tan recio,
tan imposible,
humedeciéndose los dedos,
con un leve masaje de la piel.
Satisfecho porque a pesar de le edad
no había destellos blancos aún
y así, en el espejo, podía
ver que llevaban razón todos cuando
decían que parecía más joven.

No hay comentarios:

Publicar un comentario