Corazones de piedra laten
destartalados en un cementerio de roulottes.
El lazo al cuello
aprieta la soga
en el traje del novio.
Todo es premeditado.
Hasta su suicidio involuntario.
Ella no ha muerto. Pero se ha ido. Se ha ido.
Así es.
Corazones alcohólicos laten
destartalados en un cine al aire libre.
Sobre el techo del descapotable
posaron el cuerpo del bebé.
Así es.
Ya no está aquí. No murió. Pero se ha ido.
Corazones de plástico laten
destartalados en un restaurante chino.
El forense no nos habló.
Ella no murió. Eso lo sé. Pero se fue.
Ella no murió. Eso lo sé. Pero se fue.
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